Me he dado cuenta de algo, que de momento paso inadvertido a mí por cuestiones de poca reflexión al respecto…
Hasta hace poco, no salía del diario a ver el cielo, ni ha observar los atardeceres a veces opacados por las nubes de lluvia, no salía temprano y veía las estrellas mientras la noche había limpiado el firmamento con un suave viento que era suficientemente fuerte para desintoxicar el cielo de las nubes grises.
No tenia esas dulces costumbres… ahora… ahora parece ser que algo cambio y me ha impulsado a salir a disfrutar del paisaje como nunca…
Los últimos días he salido al balcón correspondiente al cuarto de mi padres, pero que afortunadamente ellos no lo usan (quizás porq no tiene barandal) pero de ahí se ven hermosas las puestas de sol, he salido para poder escribir y leer, para poder encontrar la inspiración en la aparición de las estrellas cuando no esta nublado, aunque hasta ahora no he logrado verlas, porque la lluvia gana terreno conforme avanza la tarde.
Es un buen lugar… inyecta a mi organismo una pequeña, a veces casi imperceptible, dosis de adrenalina, yo acostumbrada ya a mi balcón con barandal, siento vértigo al caminar por el de mis padres, pero me gusta sentarme en la orilla, dejar colgando de forma infantil mis pies y ver como pasa la gente frente a la casa, sin notar quizás mi presencia. Se escuchan los gritos de los vecinos al otro lado de la barranca, y se ven pasar grandes camiones de transporte y de carga al igual que vehículos pequeños, debo admitir que ese balcón quizás tiene a veces mejor vista que el que yo tengo pero… ellos no ven desde ahí los fuegos artificiales…
Hoy me improvisado una pequeña banca, hecha con tabiques y un pedazo de madera que estaban allí, creo que afuera de mi cuarto me hacia falta algo así, no niego que igual me gusta sentarme en el suelo pero hay veces que resulta un poco incomodo, así que la banca viene a formar una parte maravillosa de mi balcón, es perfecta para poder salir a escribir y poder leer, ver las estrellas y poder ver la luna cuando el cielo este despejado, poder ver los fuegos artificiales del septiembre que se acerca y los amaneceres o por lo menos lo que se me permite ver sin que me estorbe la casa del vecino… a eso me refiero con que no me daba cuenta de los nuevos hábitos que he adquirido, yo recordaba que los amaneceres siempre se habían visto claramente y sin que nada me estorbara, y los atardeceres se veían justamente frente la ventana de mis padres, me doy cuenta de los equivocada que estaba, para el próximo ciclo escolar tratare de hacer más seguido ese tipo de cosas, es decir, continuar con mis nuevos hábitos tan sanos y despojantes de la melancolía que luego me cargo…
Se que estas nuevas costumbres son buenas y continuaran en mi vida…
Hasta hace poco, no salía del diario a ver el cielo, ni ha observar los atardeceres a veces opacados por las nubes de lluvia, no salía temprano y veía las estrellas mientras la noche había limpiado el firmamento con un suave viento que era suficientemente fuerte para desintoxicar el cielo de las nubes grises.
No tenia esas dulces costumbres… ahora… ahora parece ser que algo cambio y me ha impulsado a salir a disfrutar del paisaje como nunca…
Los últimos días he salido al balcón correspondiente al cuarto de mi padres, pero que afortunadamente ellos no lo usan (quizás porq no tiene barandal) pero de ahí se ven hermosas las puestas de sol, he salido para poder escribir y leer, para poder encontrar la inspiración en la aparición de las estrellas cuando no esta nublado, aunque hasta ahora no he logrado verlas, porque la lluvia gana terreno conforme avanza la tarde.
Es un buen lugar… inyecta a mi organismo una pequeña, a veces casi imperceptible, dosis de adrenalina, yo acostumbrada ya a mi balcón con barandal, siento vértigo al caminar por el de mis padres, pero me gusta sentarme en la orilla, dejar colgando de forma infantil mis pies y ver como pasa la gente frente a la casa, sin notar quizás mi presencia. Se escuchan los gritos de los vecinos al otro lado de la barranca, y se ven pasar grandes camiones de transporte y de carga al igual que vehículos pequeños, debo admitir que ese balcón quizás tiene a veces mejor vista que el que yo tengo pero… ellos no ven desde ahí los fuegos artificiales…
Hoy me improvisado una pequeña banca, hecha con tabiques y un pedazo de madera que estaban allí, creo que afuera de mi cuarto me hacia falta algo así, no niego que igual me gusta sentarme en el suelo pero hay veces que resulta un poco incomodo, así que la banca viene a formar una parte maravillosa de mi balcón, es perfecta para poder salir a escribir y poder leer, ver las estrellas y poder ver la luna cuando el cielo este despejado, poder ver los fuegos artificiales del septiembre que se acerca y los amaneceres o por lo menos lo que se me permite ver sin que me estorbe la casa del vecino… a eso me refiero con que no me daba cuenta de los nuevos hábitos que he adquirido, yo recordaba que los amaneceres siempre se habían visto claramente y sin que nada me estorbara, y los atardeceres se veían justamente frente la ventana de mis padres, me doy cuenta de los equivocada que estaba, para el próximo ciclo escolar tratare de hacer más seguido ese tipo de cosas, es decir, continuar con mis nuevos hábitos tan sanos y despojantes de la melancolía que luego me cargo…
Se que estas nuevas costumbres son buenas y continuaran en mi vida…
No hay comentarios:
Publicar un comentario