Si pudiera entender por q mi alma esta tan cansada y tan vieja, hace falta esa voz q en varias ocasiones y sin decir mucho en realidad, me subía el animo cuando me encontraba en este estado o q simplemente, su alma vieja tmb acompañaba a la mía para no sentir tanto la soledad q me agobiaba, recuerdo el día q nos conocimos, tan de casualidad, tan de improviso, tan sorpresivo

“Hola, disculpa q te moleste, no me conoces pero se q me puedes ayudar, necesito el correo de tu amigo, es una urgencia”

De allí a la fecha han pasado casi dos años, dos años en los q hemos compartido mas de lo q me hubiera imaginado con alguien q esta tan lejos…
Experiencias, expectativas, sueños, ilusiones, consejos y a la vez, el consuelo q mi alma vieja necesitaba en los momentos de desolación.

Nuestras pláticas de madrugada, nuestras añoranzas del futuro, las risas, las canciones q compartimos, la sensación de familiaridad y el encanto por ver cierta parte de mis sueños reflejados en ese espejo en él q se convirtió.

Ahora se ha vuelto en algo más q un chico al q conocí por casualidad, del q me hablaban diciendo: Si tú y Renato se conocieran, se llevarían muy bien.
Puedo en estos momentos decir con orgullo, y quizás con cierta plenitud de sentir, q somos amigos, compañeros en el fragante camino de la literatura, amantes del espacio, soñadores empedernidos, viajeros de galaxia q nos ha tocado explorar y conquistar, luchadores de la causa q nadie entiende… todo eso y un poco mas.

Q puedo pedir, si acaso q se me permitiera su cercanía, pero quizás esto sea mejor así, la distancia pone la cosas en perspectiva y como me dijo una vez una persona muy querida (aunq no en el sentido en que el me lo dijo): así se aprende a querer a la persona, no por lo que eres cuando están con ella, si no porq lo q puedes percibir aun cuando no la veas, por lo que te transmite aunq no este presente.

Desde hace dos años la vida se ve tan diferente…