Momentos, fragmentos de tiempo que se
estrellan inmisericordes contra cada uno de los momentos de tranquilidad que
llego a obtener, y me perturban, me desquician, me alteran y me mutan en un
torbellino que se lleva las partes que se habían salvado después del
vendaval.
Dejamos escombros a nuestro paso, mi
alma inestable arrastro a la tuya a esto, unimos fuerzas estando juntos, y no
solo removimos lo que había en mi tierra, sino también en la
tuya.
Destroce los edificios sin distinción,
los altos, los bajos, los santuarios, los hogares de quienes ahí vivían,
dejamos escombros al pasar, simplemente eso.
No me pude detener y te lleve conmigo,
Recuerdos fugaces, una lluvia de
meteoros, flashazos, imágenes que se estrellan.
Pasado y presente en una eterna lucha,
llevan rato así alrededor del futuro.
Es un caos que duele y al mismo tiempo
es tan placentero.
Quiero ver esta destrucción como un
nuevo comienzo...
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