miércoles, junio 8

9 de febrero del 2009



No se realmente como agradecerte tanto…
Cada instante que he pasado últimamente contigo ha sido grandioso – descubro a cada momento a la chica que no vi en las primeras ocasiones en que platicábamos.

Quiero que me disculpes por cada momento triste, incierto, desolador, de languidez e infortunio que te he hecho sentir. No merezco cada una de las lágrimas que hayas derramado; ni uno de los suspiros y sueños que me has dedicado a mi soberbio y rígido corazón.

Como quisiera quererte tanto (o más) de lo que tu lo haces. Aun tengo muchos miedos; aun sostengo mucha inconstancia emocional; mucho desvarío y tambaleo imprudente. Con todo ello, puedo afirmar con seguridad que te necesito, que eres de las pocas personas que sabe lo que soy y con quien me puedo desenvolver; con quien me autorizo divertirme y relajarme.

Se que algún día vendrán mejores bríos. Confía en ti y no desesperes: la vida es corta como para detenerte en preocupaciones de mocedad.
Sabes que te necesito y te quiero como a muy pocas personas.

Muchas gracias por estar a mi lado.

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