¿Sabes lo importante q eres para mi?
¿Sabes realmente lo q significas en mi vida?
Lo eres todo,
Eres mi oxigeno,
Mi luz,
Mi agua,
Mi vida entera…
Mientras tanto tu te alejas y me miras a la distancia, son tu sonrisa cínica y tu andar ligero, esa chispeante sonrisa q me engaño desde un principio, q me enveneno el alma lentamente, dejando q sola me enredara en la telaraña de tu engaño.
Q sutileza, q habilidad para parecer franco y sentimental…
Tocabas mi mejilla y yo estaba feliz, sabias de mi debilidad, sabias de q lado flaqueaba, yo tan transparente, tan nefasta en su experiencia en la mentira, tan débil, tan infantil y soñadora, me usaste, me engañaste, te marchaste…
Eras una droga tan adictiva q aun cuando me dejabas, siempre te buscaba de nuevo, te pedía, te necesitaba, no importaba lo molesta q estuviera contigo, lo mucho q te llegara a odiar, lo mucho q hubiera deseado q un meteorito de cayera encima y te hiciera añicos, siempre volvía a ti, a sus brazos y su labios q me sacudían tenuemente… fatal.
Todavía te escucho reír insolente en mi oído mientras nos abrazábamos en el pórtico de la casa… luego no volviste jamás, a pesar de asegurar q así lo harías.
¿Sabes realmente lo q significas en mi vida?
Lo eres todo,
Eres mi oxigeno,
Mi luz,
Mi agua,
Mi vida entera…
Mientras tanto tu te alejas y me miras a la distancia, son tu sonrisa cínica y tu andar ligero, esa chispeante sonrisa q me engaño desde un principio, q me enveneno el alma lentamente, dejando q sola me enredara en la telaraña de tu engaño.
Q sutileza, q habilidad para parecer franco y sentimental…
Tocabas mi mejilla y yo estaba feliz, sabias de mi debilidad, sabias de q lado flaqueaba, yo tan transparente, tan nefasta en su experiencia en la mentira, tan débil, tan infantil y soñadora, me usaste, me engañaste, te marchaste…
Eras una droga tan adictiva q aun cuando me dejabas, siempre te buscaba de nuevo, te pedía, te necesitaba, no importaba lo molesta q estuviera contigo, lo mucho q te llegara a odiar, lo mucho q hubiera deseado q un meteorito de cayera encima y te hiciera añicos, siempre volvía a ti, a sus brazos y su labios q me sacudían tenuemente… fatal.
Todavía te escucho reír insolente en mi oído mientras nos abrazábamos en el pórtico de la casa… luego no volviste jamás, a pesar de asegurar q así lo harías.
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