Había empezado a aprender lo que era compartir.
Renato tenía muchas, demasiadas amistades y a diferencia de ella q se había caracterizado en tener un círculo limitado de amigos...
- Necesito verme con unos amigos ¿puedo verte mas tarde? -
Decidió esperarlo en la cafetería mientras el atendía sus asuntos… la vista era hermosa para alguien solitario como ella, comenzaba a atardecer y el sol entraba por los vitrales descomunales de la zona cerrada, donde las mesas eran mas intimas y mas hermosas.
Frente a ella se abría un panorama hermoso, un enorme lago rodeado por arboles semisecos, el sol brillaba en una enorme franja de agua, destellaban como si fueran miles de diamantes regados sobre aquel liquido transparente… el viento movía suave el lago, acariciándolo y creando delicadas ondas.
Desde donde ella estaba sentada en medio del lago se veía un grupo de aves, pequeños puntitos negros en el agua, chapoteando por la superficie.
Era hermoso, como alguien podía ir a perder el tiempo platicando de superficialidades, con semejante panorama, ¿Cómo?
Limpio los vidrios de sus anteojos, para tener una mejor visión, mas clara no le importaba el ambiente en el lugar, no le importaba quien estuviera allí, no, ella solo observaba el horizonte, planeando, meditando, divagando…
Tenia q comenzar a asimilar el hecho de q de un tiempo para acá, la rutina estaba arrasando con su noviazgo y Renato comenzaba a mostrar desinterés en la relación, aunq sabia q pronto pasaría algo q cambiaria el rumbo de las cosas… el panorama q el paisaje le proyectaba difuminaba en esos momentos cualquier preocupación q tuviera…
Él llegó más tarde de lo q había dicho, no se disculpo por la espera tan grande por la q la había hecho pasar, tomo la mochila de Camila y caminaron hacia la entrada sin decir nada, él la tomo de la mano, en silencio interrogando su notada indiferencia, ella solo se limito a apretar la mano de su amor y siguió caminando sin mirarlo… los latidos de su corazón eran débiles, pero rezumbaban en su cabeza… de pronto se hacia consiente de su entorno y de q tenia q tomar cartas en el asunto antes de q fuera demasiado tarde si es q quería salvar lo q tanto había deseado tener en mucho tiempo.
Llegaron a la parada del camión, se colgó del cuello de Renato, le planto un beso en la yugular, hizo q se sonrojara, lo beso en los labios y sonrió dándole un adiós y subió corriendo a su transporte… desde lejos veía la cara de Renato, sonrojado y con una sonrisa q hace mucho no le veía… pondría todo su empeño por salvar su noviazgo… se dijo a si misma… “cuésteme lo q me cueste”
2 comentarios:
Ñam...
e gustó este, más. Sonaré repetitivo pero creo que vas puliendo poco apoco tu estilo. Cada vez lo limpias mas, le quitas palabruchas, estilizas ma stur oraciones, dejas las "ideas" que deben ser libres al aire, a la interpretacion. Y concretas las que deben ser precisas.
Me gusta el avance, en serio. No porque seas mi amiga...
Esto ya empieza a tener tintes novelezcos
incluso comienzana aparecer unas que otras figuras retoricas! bien bien...
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