¿Sabes?
Es muy difícil alejarme de ti con la certeza de no volver, así que sabes que
cuando te digo que todo acabo, estoy mintiendo. Lo sabes, y por eso juegas a si
con mis sentimientos ¿cierto?
Hablaba
Camila dentro de si, con a seguridad de que Renato podía leerle los
pensamientos, entorno los ojos y torció un poco la boca, llovía, estaban
refugiados debajo de la marquesina de una cafetería a la que habían ido a tomar
un café
- ¿Que
pasa? –
-
Nada, simplemente meditaba en mis errores –
- ¿De
que hablas? -
- De
nada en particular, pero a veces pienso que tu… -
- ¿Qué
yo que? –
La
lluvia había comenzado ha apaciguarse, podían ponerse en marcha nuevamente.
-
Entonces, ¿a que te referías? –
- No
me hagas caso en serio, si ni siquiera yo puedo tomar en serio lo que estoy
pensando –
-
Camila, en serio me preocupas, últimamente has estado muy extraña –
- Si,
pero extraño es un adjetivo muy normal para mi, así que no te preocupes
¿quieres? –
Lo
jalo de la mano para poder cruzar a la banqueta de enfrente, que difícil
situación en la que su cabeza estaba trabajando, no podía pensar en serio en
terminar con una relación de esa magnitud y de esa especie, tanto tiempo, tanto
esfuerzo, tanto, tanto de todo y simplemente nada. Un hormigueo de nervios
empezaba a recorrerle las manos, la cara, lo cual para ella aunque no quisiera
verlo así, era ya en si un mal presagio de lo que vendría. Como reaccionaria,
que diría… era ya la quinta temporada de un noviazgo al que no le veía ni pies,
ni cabeza, un ciclo que parecía no tener fin o por lo menos un cambio de nivel.
Con
preocupación notoria, comenzaba a tronarse los dedos, debía disimular lo más
posible hasta que hallara el momento oportuno de decirlo, si podía leerle tan
bien la mente, en cualquier momento trataría de evadir el tema y cambiaria no
solo el tema de conversación, si no también, la ruta; hallaría mas
distracciones y trataría de evitar a toda costa que ella le dijera lo que en
realidad llevaba meses pensando.
Sus nervios
la traicionaban con más cinismo cada momento que pasaba. Malos recuerdos
inundaban su cabeza convenciéndola cada vez mas de que de alguna manera esto
tenia que terminar.
Y
extrañamente su corazón había estado muy callado…
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