jueves, junio 28

[Fragmento Camila y Renato] "Que el corazón decida..."




¿Sabes? Es muy difícil alejarme de ti con la certeza de no volver, así que sabes que cuando te digo que todo acabo, estoy mintiendo. Lo sabes, y por eso juegas a si con mis sentimientos ¿cierto?
Hablaba Camila dentro de si, con a seguridad de que Renato podía leerle los pensamientos, entorno los ojos y torció un poco la boca, llovía, estaban refugiados debajo de la marquesina de una cafetería a la que habían ido a tomar un café
- ¿Que pasa? –
- Nada, simplemente meditaba en mis errores –
- ¿De que hablas? -
- De nada en particular, pero a veces pienso que tu… -
- ¿Qué yo que? –
                 
La lluvia había comenzado ha apaciguarse, podían ponerse en marcha nuevamente.
- Entonces, ¿a que te referías? –
- No me hagas caso en serio, si ni siquiera yo puedo tomar en serio lo que estoy pensando –
- Camila, en serio me preocupas, últimamente has estado muy extraña –
- Si, pero extraño es un adjetivo muy normal para mi, así que no te preocupes ¿quieres? –

Lo jalo de la mano para poder cruzar a la banqueta de enfrente, que difícil situación en la que su cabeza estaba trabajando, no podía pensar en serio en terminar con una relación de esa magnitud y de esa especie, tanto tiempo, tanto esfuerzo, tanto, tanto de todo y simplemente nada. Un hormigueo de nervios empezaba a recorrerle las manos, la cara, lo cual para ella aunque no quisiera verlo así, era ya en si un mal presagio de lo que vendría. Como reaccionaria, que diría… era ya la quinta temporada de un noviazgo al que no le veía ni pies, ni cabeza, un ciclo que parecía no tener fin o por lo menos un cambio de nivel.

Con preocupación notoria, comenzaba a tronarse los dedos, debía disimular lo más posible hasta que hallara el momento oportuno de decirlo, si podía leerle tan bien la mente, en cualquier momento trataría de evadir el tema y cambiaria no solo el tema de conversación, si no también, la ruta; hallaría mas distracciones y trataría de evitar a toda costa que ella le dijera lo que en realidad llevaba meses pensando.
Sus nervios la traicionaban con más cinismo cada momento que pasaba. Malos recuerdos inundaban su cabeza convenciéndola cada vez mas de que de alguna manera esto tenia que terminar.
Y extrañamente su corazón había estado muy callado… 

Días de lluvia



Una nueva temporada de lluvias ha empezado, puede que me encuentre aturdida por tanta belleza que tiene esta época, ya que fácilmente la naturaleza entiende también ese cambio de imágenes, ese cambio de actitud de todo el entorno.

Una extraña tranquilidad me invade, y no me deja pensar en nada, solamente el sonido de la lluvia retumbando en mis oídos y por supuesto en lo profundo de mi cabeza.
Es como una canción que tranquiliza hasta lo profundo de mis entrañas… pum, pum, pum con un sonido hueco que la acompaña en un sinfonía sin fin de las tarde de verano.

Las densas nubes grises, que viajan rápidamente sobre mi cabeza y el sol que en esta temporada por fin ha tomado una tregua conmigo y me ha dejado en paz un rato, supongo que a eso debo atribuirle mi tranquilidad.

Siento como si estuviera en una balsa en medio de un lago, con el suave viento moviendo las aguas, sin anunciar nada y todo a la vez. Todo va tomando forma nuevamente y lo que creía muerto, renace al pasar de los días veraniegos.

Perpetuidad esencial



Simplemente eso pido, el no perder mi esencia nunca mas, no importa que tan sumergida este en el mar de mi inconsciencia, no importa que tan vinculada este a esa alma gemela, quiero que mi esencia siga siendo la misma que me ha acompañado desde que era un espíritu flotante en la inmensidad de la nada.

Se que muchas veces la calamidad de las esperanzas casi destrozadas puedes hacer tambalear a este espíritu terco que alguna vez rio a carcajadas al unisonó con el universo, pero la esencia esta anclada a algo mas poderoso, algo mas que de alguna manera me permite seguir de pie.

El crujir de las hojas debajo de mis pies, el frio aire acariciando mis mejillas y alborotando mi cabello, la lluvia que empapa cada poro de mi piel, el gélido viento que alguna vez compartimos en el mismo espacio, la infinidad de estrellas en el firmamento, el sabor de aquel recuerdo que nunca nos dejo en paz, la fotografía de la banca donde tantas veces nos encontramos, tu sonrisa en las horas vacías de la enormidad de mi universo, tu mirada perdida en el horizonte… todo y mas alimentan mi esencia, la fortalecen y la ayudan a no desaparecer.

Muchas veces me he preguntado que es, y porque no simplemente desaparezco en un segundo sin dejar rastro y sin que nadie se acuerde de mi, pero quisiera saber si a ti te pasa lo mismo, si me extrañas tanto como yo a ti.

La perpetuidad de mis palabras que vuelan con el viento hasta donde estés, esa es mi esencia yendo cálida y difuminada, casi imperceptible pero que de alguna manera llegara y hará que sientas aquello que a mi me fortalece y a la vez me tortura por dentro.