lunes, octubre 31

...Consecuencias constantes...



Con tu sola presencia me basta para ser feliz
Has llegado a significar algo verdaderamente importante
A pensar que no debería de ser así
Lo siento, no puedo evitar quererte
Cada vez, siento que esto es más hondo
Y a decir verdad me preocupa
Con cualquier palabra, puedes iluminar mi día
O hacer aun más oscuras las noches
Puedes hacer que vea los colores más hermosos
O las profundidades más inhóspitas
¿Porque tienes que ser así?
¿Porque no puedes ser para mi, como cualquier otra persona?
Pero a decir verdad…
Extrañaba esta clase de sentimiento, ahora me doy cuenta…
Me he vuelto mas reservada,
Precavida, aunque no se note
Ya no puedo entregarme a este sentimiento como antes
No se si extraño a mi antigua yo
No se si me siento cómoda siendo como soy ahora
Creo que es difícil explicarlo
Tú deberías saber a lo que me refiero
O quizá no…
Pero algo familiar debe resultarte esto
¿No es verdad?

Al finalizar la nota, la sello con un beso, un beso en color rosa pálido, mientras la metía en la mochila del chico, pensaba en cosas del pasado, siempre había usado ese color, pero este había encontrado en su vida un nuevo significado, se sentía un poco preocupada, esa sensación de derrota nuevamente sabia que se avecinaba, sabia que doblegarse ante este sentimiento era mas inaceptable que la serie de derrotas de su orgullo, así que intentaba aferrarse a la idea cada vez mas lejana de un comportamiento frio, si él lo hacia, ella debía encontrar la manera de hacerlo también, igualdad de condiciones, igualdad de dureza de corazón.
Pero se ponía a pensar, que la ternura que él a veces solía exteriorizar era tan desconcertante que no podía contra ella, y se preguntaba incansablemente como podría soportar mas ese sentimiento que la agobiaba y la hacia sentirse a la vez feliz.

Tenía que poner manos a la obra en ese tema o terminaría tal y como aquel día del campo de mirasoles… triste y solo esperando una ilusión que su mente, aliada con su corazón traicionero, había formado en su perjuicio… Y se decía a si misma: “Si eso llega a pasarme nuevamente, no podre culpar a nadie, la culpa será solo mía”
Y con esa determinación camino hacia él, lo tomo de la mano, le sonrió confiadamente y lo jalo tras de si, con el movimiento de las manos unidas al compas de la caminata.


El día era fresco, un viento otoñal acariciaba los poros de su piel mientras el sol seco y vespertino brillaba en sus pupilas que aunque preocupadas, también reflejaban una sentimiento de satisfacción, un fulgor de aquel orgullo que sabia bien, todavía la podía mantener en pie un tiempo mas, saliendo ilesa de lo que viniera. Había entregado una nota en la que abría su corazón, pero no podía dejar que su confianza en si misma se desvaneciera… sabia que solo podía esperar lo mejor, a partir de ahora.

No hay comentarios: