Hoy es un día frio como cuando Satsuki empezó a salir a correr después de la muerte de Hitoshi o como cuando se despidió de él en el rio…
Me hace sentir un poco… melancólica, y también quizá un poco sola…
Es un muy buen libro, demasiado diría yo para las circunstancias que estoy viviendo por el momento, y ha tocado las fibras más sensibles de mi alma poética, romántica y soñadora.
¿Qué hacer? Me es difícil pensarlo, aunque sabía que esto iba a pasar tarde o temprano, pero como siempre, lo vuelvo algo difícil, complico todo, esa es mi naturaleza, no lo puedo evitar.
Un sentimiento me abruma, un pensamiento negativo me corroe, un sentimiento que a pesar de todo, se quedo sentado a mi lado y ni le he dicho que se vaya, ni yo me he podido ir.
El final del libro me hizo llorar, quizá la añoranza por las cosas que no volverán, quizá el querer ver a las personas que me han dejado atrás, el traer de nuevo a mi mente aquellos momentos que pase con ellos, aquellos momentos que me hicieron tan feliz.
Hablo influenciada por lo que he leído, embriagada por las palabras que me hacen pensar en tantas cosas, en tantas situaciones, en tantas personas… en estos días no pienso en otra cosa, y me duermo pensando que puede hacer las cosas mejor, añorando volver para remediar lo que hice. Cuando despierto, las cosas no han cambiado nada, siguen tal como las deje, enredadas como la ultima vez, lentas y desperdiciadas horas muertas que no volverán.
Tengo que hacer que todo fluya de nuevo, estancarse en estos momentos no es una opción… hablar con las personas que siguen aquí, dejar las cosas que han pasado y no volverán, rescatar los momentos que todavía se pueden rescatar, recuperar las memorias de aquellos que vale la pena recordar, y hacer nuevos recuerdos de las cosas del presente que pasan fugaces como estrellas peregrinas que no se dejan tocar.
Me siento melancólica después de todo, y creo que por una temporada no podre hacer nada con este sentimiento.
Lo bueno es que ahora lo acepto y decido seguir adelante.
2 comentarios:
Al igual que a ti te ocurrió, yo leí este cuento de Yoshimoto en un momento de mi vida en que, a pesar de que me pegó y duro, me enfrentó también a muchas verdades y me ayudó a comprenderlas mejor. De una manera mas objetiva y también mucho mas realiste.
Por cierto, te leo entre clases, aqui en la Uni, saludos...
Publicar un comentario