¿Quien era esa que hasta hace poco sonreía?
La desconozco ahora.
Ya no soy la misma que hace unos meses miraba al espejo.
No todo ha sido malo, tengo mi sonrisa aun, aunque ya no sea la misma, ni por los mismos motivos.
Ahora todo es diferente.
Es como si nos hubieran dividido como si me hubieran separado de algo que era importante.
Pero al final fue decisión que yo misma tome. Así que ahora debo aprender a vivir de esta manera. Aprenderé a vivir así, por mis propios motivos, por mis propias razones.
No es momento de arrepentirme, ni es momento de retroceder sobre mis pasos.
Fue una decisión importante.
La postergue por demasiado tiempo.
Ahora que han pasado casi dos meses es tarde para decir cualquier cosa.
Otros cielos me llaman.
Otras estrellas alumbraran mi cielo.
Orión ha de quedarse atrás, y yo deberé seguir hacia delante, hacia galaxias que no he visto hasta ahora.
Aquella constelación siempre estará ahí.
Donde ha estado desde la última vez que la mire.
Esta será la última vez que estaré en estos cielos.
El cielo de las libélulas me llama.
Serán mis compañeras en adelante.
Aprenderé de ellas ahora.
Adiós Orión, adiós.
Si algún día nos volvemos a ver espero que nos reconozcamos el uno al otro.
Brilla Orión, resplandece como siempre has resplandecido.
Brilla Orión.
Brilla.
Lo que se queda aquí es la que ahora desconozco.
Yo ya no puedo quedarme con ella.
Ahora un recuerdo de la que solía ser una pequeña estrella.