Y retornas a mi como un desaparecido, que trae heridas de guerra las cuales no se cuidar.
Retornas a mi como un soldado que no habla de nada de los que pasó en batalla, que ha visto demasiados heridos... demasiados muertos.
Callas y así sin decir nada, con la mirada perdida en la nada, te encierras en el estudio del que deseas nunca haber salido. Lastimado, herido, perdido, sin palabras y sin algún gesto que me ayude a descifrarte, a descubrir que hay detrás de ese silencio, de ese boquete que se formo en el camino y que no me deja pasar mas allá para poder ayudarte.
Me duele tu silencio y me duele, y me duele que no me digas que pasa.
Esta incertidumbre de no saber que necesitas, que quieres, que puedo hacer por ti.
Me duele no poder decírtelo tener que mostrarme entera frente a ti, ocultar lo que en realidad pienso, siento, peleo... si has vuelto, lo que mas quisiera seria poder ayudarte o por lo menos que me dijeras que fue lo que te paso en la guerra.
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