Que diferente se ve el cielo,
aun siendo el mismo que vimos juntos;
las nubes de otoño flotan ligeras y lentas en el camino azul.
La soledad no es tan mala,
no es tan cruel como a veces se muestra,
aquellas estrellas perladas aun me visitan,
muy de vez en cuando.
Mis recuerdos se vuelven extrañamente dulces,
tu ausencia ya no me duele...
el otoño con su viento,
con sus crujientes hojas,
con sus cielos despejados,
ha traído consigo paz y tranquilidad.